El nuevo estilo de vida

Conoce cuánto vales 

Quiero comenzar este post con una reflexión que leí hace algún tiempo: “Es de necios confundir valor con precio”. Y también apuntaré que hay cosas que no valen lo que cuestan y cosas que no cuestan lo que valen.

Cuando hablamos de valor, solemos asociarle elementos para su medición, pero, ¿Qué es el valor personal?

Te has planteado alguna vez ¿Cuánto valgo?

Si es así, ¿En esa pregunta está implícito algún sentimiento material?

Si no es así, ¿Qué conceptos están implicados en tu sentimiento de valía personal?

Este post posee una gran carga emocional por el asunto que vamos a tratar, quizá haya momentos en que tus emociones se tornen en enfado y otros en que te sorprendas a ti mismo con tus propias conclusiones y tomas de conciencia. En cualquier caso bienvenido a este arduo asunto del valor personal.

Cuando una persona conoce su propio valor personal, mantiene una posición central en su vida, independientemente del dinero que tenga, los estudios cursados, su coche o las novias que haya tenido. Sin embargo, cuando una persona pone condiciones a su propia valía, en ese momento cavó su propia tumba de la autoestima. He visto algunos casos de personas con depresiones en el momento de su jubilación porque atribuían su valor a su puesto de trabajo y a los ascensos conseguidos. Su centro vital era éste y, como tal, fuera de sí mismos.
Tu valor personal es el mismo desde que naces hasta que mueres, no cambia aunque cambien tus circunstancias. Recuérdalo siempre, no cambia aunque tu vida cambie. Si vives desde aquí, vivirás en un estado continuo de amor incondicional que no sólo te beneficiará a ti, sino a las personas de tu alrededor.


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